febrero 28, 2006

Espera

«Más allá del dolor y la alegría, la dignidad de ser»
Marguerite Yourcenar



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Puedes tomarme ave
vertirme agua
dejarme leño
Puedes hacerme sombra
aunque a tientas encienda mil lámparas en tu nombre
Mil veces lo he pronunciado
aún niña debajo de las sábanas
Mujer, por encima de mis gestos
Callada, ruego devuelvas mis ojos
y en ellos la fe perdida
Mis manos no se separan
una oración nos une
como siempre
Como en las otras vidas

Tómalas todas
Quiero ésta
con la misma dignidad del pájaro que añoro
Digno en sus alas y en su canto
Digno en sí mismo

Libre en sí mismo




Estoy al pie de la piedra que de nuevo te hizo vivo

Inmóvil, espero que aparezcas

febrero 24, 2006

Silvia

—¿Cómo te llamas?
—Silvia
—Me llamo Simón

(...)


—Silvia, voy a volver. Espérame toda la vida








de « historias mínimas de un niño despierto »
dedicado a Simón

febrero 23, 2006

Despertará

Estar aquí, extranjera
con la fe quebrantada
con mis piernas hundidas en arena inmóvil
con los ojos poco sorprendidos
sin pájaros
Rodeada de piedras altísimas, sin cincel en las manos
Colmada de tus humores invisibles
incapaz de imaginarte habitada
porque tantos los espacios donde no están las almas en los cuerpos
porque el vértigo me irrita
porque a veces el cielo está escondido entre tus torres
y no es posible saberte ángel
o demonio

A veces mi esperanza escurre verdes
Piadosa, te recibo
a pesar de mis miedos
y mis brazos se aferran a tu montaña triste
y no soy más una mujer sino unas ramas
y en mis hojas sé que tienes frío
que has perdido la memoria de los siglos en tus párpados sellados
Sólo en tu montaña enciendo luces
que se parecen a las luces de mi antigua tierra
Susurro neblinas crepitantes en tus cuencas inundadas y solas
para ofrendarte restos de mis sueños agónicos
y hacerte despertar desnuda, ciudad
Dormida en tu dolor cansado