Es tarde para mirar la noche
Tu cuerpo ya tiene el nombre de la tierra
Con qué cuidado te nombran, ellos
que desconocen tus cosas amadas
Debió ser fría tu noche
sin mantas ciegas, ni liturgia
Habrás tenido la ofrenda del silencio
—si el Mal fue piadoso—
Habrás mirado el cielo, si hubo cielo capaz de recibir tus ojos
Con la penumbra se acaban las razones
Tantas ramas dentro de tu cuerpo, innecesarias
Tu cuerpo de madera con corazón
Tu cuerpo siniestro con latidos
Tu cuerpo urna
tan mortal
que en él mueren las ramas de un árbol
Qué misterio el Oro del cuchillo que borra tu nombre
Tendré que soñarte cuerpo florecido
Espantar tu cuerpo vaciado
de mis ojos
Basta tu corazón para soñarte en la luz
porque en la sombra es monstruoso
y el tiempo se vuelve reloj oscuro y tamizado
Bastó tu corazón
para latir sin nombre
puesto en la tierra
tu cuerpo corazón latido
a MM
1 comentario:
Ay Laura, me quedo de rodillas ante el dolor, que pare un poema como este.
No hay palabras, sólo las rodillas sirven.
Te quiero
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