marzo 26, 2007

Sietesoles

Necesito un Dios


Esta mañana
la lluvia
dejó los colores suspendidos
Largos hilos escurren algo de piedad por los cristales
Piadosos hilos que el viento lloró tímidamente

Qué soy
en este valle
..............de humedad contenida

qué
se
desliza
en
mis
conjuros

que no sea
un deambular perpetuo


qué
pájaro
vendrá
por



qué

sostendrá las sales de los mares
y sus peces

cuando tu crujir rompa la quietud de la tierra

1 comentario:

José M. Ramírez dijo...

Bellísimas imágenes, sumamente evocadoras, es un logro poderlas poner juntas.

Se me complica un poco el ritmo, pero es común para mi: siempre termino reubicando las pausas y reescribiendo los versos.

Un abrazo amiga.