febrero 09, 2010

Practicidad

Los berlineses, demacrados por la escasez de víveres y la tensión, tenían poco que celebrar durante la Navidad de 1944. Buena parte de la capital del Reich se había visto reducida a escombros a resultas de los bombardeos. El humor negro propio de sus habitantes se había tornado en humor lúgubre. El chiste que circulaba por la ciudad en aquel período tan poco festivo era: «Sé práctico: regala un ataúd».



Berlín
La caída: 1945

Antony Beevor

No hay comentarios.: