octubre 28, 2006

Algunas preguntas no son por qué

Estábamos subiendo anoche hacia la casa. Hubo una lluvia terrible con truenos y sonidos. El cielo quedó limpio y despejado. Casi a las 8:30 pm, muy cerca de la última redoma antes de llegar al edificio, Simón rompe un largo silencio para decir:

—¡Mamá! Mira, allá arriba hay un avión.
—Sí, puedo verlo.
—¿Será militar? o ¿será de esos que llevan personas a otros países?







de «Historias mínimas de un niño despierto»

2 comentarios:

Jose Urriola dijo...

Maravilloso. Esto debes publicarlo en un libro con ilustraciones y/o fotografías.

Cuando era chico veía los aviones del desfile militar sobrevolar la casa y salía al jardín apuntando al cielo: "Mira papá, mira qué aviones tan impresionantes". Hasta que el viejo rompió su sospechoso silencio un día y me respondió: "Hijo, acuérdese de que esos aviones maravillosos sólo sirven para matar gente".

A partir de allí los detesto.

Lety Ricardez dijo...

Ya empieza a pintar en Simón un espíritu viajero querida Laura.

Disfrútalo.