abril 22, 2008

Para despedirte

Necesité de las cotúas
De los troncos calcinados
del humo en mis pulmones
y de la ceniza
Necesité ese ardor doloroso
Disimular la angustia escondida en el disparo de mis ojos
Buscar respuesta en las imágenes de mis preguntas mudas
Buscarme en los espejos de la infancia
Insistente en el reflejo justo
ausente en la apariencia borrosa
negada —muchas veces
al susto en el estómago
Necesité del perro muerto en la plaza viva
descubrirlo en el cemento
quién sabe qué sueño profundo en sus ojos reventados
qué caminos en sus patas inmóviles
Necesité de un templo lleno con un cura vacío
decapitado y enmudecido hasta la vergüenza
desdoblado en esquizofrénica liturgia
Necesité temblar de miedo debajo del agua de la ducha
...............todo pende, si cierro los ojos
Estallan dentro de mí
centenares de ellas en las ramas oscuras
Me quedé en sus alas y en su vuelo
Miré siempre desde el aire
...............por el aire
...............para el aire
No te vi en las aguas
Latente como te anhelo
no te vi

Insisto en (des)abrazarte

Quito mis brazos
Otra vez

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