enero 02, 2006

Siete



Tanto silencio del otro lado de la bóveda
—Dios debe dormir un sueño largo—
También en ese silencio hay temblor de huesos
versos que ninguna de las bocas, dijo


Es un milagro esta lluvia que no es triste


El llanto de Dios es sabio
—hondo en él
—hondo en las afueras

Siete veces, tu voz insiste en mí
siete lunas que nos miran

La levedad del barro del que somos hechos
ese calor ausente...

Eco insistente de tu voz como un susurro en mi memoria

No hay comentarios.: