noviembre 03, 2006

Montaña

Fotografía: Laura Morales Balza

Esta ciudad tiene espacios y situaciones que no alientan mucho el deseo de permanecer en ella. En contraste con eso, tiene otras expresiones que lo hacen a uno quedarse absorto, es como un gran intento de conquista, de insistencia en la memoria en las vísceras de quienes la habitamos. A veces tan compleja, tan caótica, tan absurda... Caracas insiste en mostrarse por encima de su desfiguración. Basta voltear un poco, mirar con ojos diferentes, llevar la mirada más allá del café de la mañana, más allá del mostrador que nos separa del a veces simpático muchacho que luce recién despierto. Es una forma de perder el miedo, la desazón, el desencanto de andar por estas calles rotas. Fijarse en eso: en la insistencia por parte de esta ciudad para ser hermosa a pesar del caos que significa, la salva para mis ojos.


El lugar: Caracas. Vista de El Ávila desde el Gama Express. Chuao.

4 comentarios:

Jose Urriola dijo...

Tiene Ud. un ojo privilegiado. Es impresionante lo entrenado, rápido y atinado que lo tiene. Le doy gracias, a Ud. y al Ávila que de verdad, desde su inmensidad verde y policromática, me reconcilia con esta ciudad a pesar de lo irreconciliable que se me ha hecho.

Israel Centeno dijo...

Laura, hay una cosa que me hace amar a esta ciudad y tu lo recoges my bien, su persistencia, su terquedad. Caracas es a pesar de y no por, como sucede en otras ciudades pensada, construida y preservada por sus ciudadanos. Caracas es una imposición, una fatalidad; la determinación inapelable de El Ávila y de su luz. Debes haber visto el cielo ayer a las 5 de la tarde, y la luna tipo blue moon, a esa hora, casi un plenilunio con luz, con ésta luz .

un abrazo

Israel Centeno dijo...

por y gracias a, quise decir.

Lety Ricardez dijo...

Compartimos tantos sentimientos y sensaciones que me asombra.

Mis abrazos