julio 08, 2006

La casa

Esta casa horadada
este país
descubriéndose en silencio agónico
de colores, desvanecido
de sonrisa oculta
detrás de estas paredes
que protegen mis huesos
y mi sangre
Este espejo
donde mi piel dejó su otredad legítima
Pared, donde mis gritos no alcanzan
y mis manos no se sujetan
Opaco espejo apagado
moribundo espejo
espejo último
donde colocar mi cuerpo imaginado
porque sólo reconozco mis latidos
y mi lengua no dijo más las palabras de todos
y sólo mis latidos recuerdan la música de mi idioma
Lugar desconocido
de donde mis pies se levantan
sólo para preguntarse
qué tierra
será
tibio suelo
Qué cielo
despejado sueño
para dejarlos andar
desnudos
con mi vida a cuestas